«Estoy extremadamente decepcionado con el fallo, pero lo respeto y cooperaré en mí salida. Me incomoda que el enfoque de las últimas semanas haya estado en mí y espero que ahora todos podamos concentrarnos en el juego y el torneo que amo», dijo Djokovic al respecto.
El serbio hizo todo lo posible para poder disputar el primer Grand Slam del año, pero la justicia no dio vía libre tras comprobarse que el tenista entró al país violando distintas medidas protocolarias del COVID-19.
La exención médica que presentó Djokovic no cumplía los requisitos australianos y a esto se suma que el deportista no está vacunado frente a la pandemia. Una mezcla de elementos que terminaron con su deportación.
Djokovic iba por su décimo Abierto de Australia, siendo el ganador de las últimas tres ediciones. Además, era la oportunidad para superar en Grand Slam a Roger Federer y Rafael Nadal.
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