La final de Champions League entre Liverpool y Real Madrid se retrasó por problemas de seguridad en el Stade de France, de París y, la Ministra de Deportes de Francia, Amelie Oudea-Castera, manifestó que los aficionados que tenían entradas falsas y el control del Liverpool en sus hinchas fueron los que malograron la cita más importante del fútbol a nivel de clubes. Ahora, Tom Werner, presidente de los ‘Reds’, respondió a los comentarios de Oudea-Castera.
«Comentarios irresponsables, poco profesionales y totalmente irrespetuosos. Exijo una disculpa», afirmó Werner en una carta sobre las declaraciones de la Ministra francesa.
La UEFA encomendó una investigación independiente sobre los infortunios, mientras que Oudea-Castera dio a conocer que realizaría un informe en 10 días. En diálogo con la web de Liverpool, Billy Hogan, director ejecutivo, sostuvo que también se encontraban haciendo revisiones en las opciones legales con disponibilidad para el club en nombre de sus hinchas.
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