Por Juan Salvador Bárcena
¡La misma historia cada semestre!
Barranquilla es la única ciudad en el mundo en la que parece que cada seis meses hay elecciones. Un casete repetido de trinos que siempre salen en épocas de contrataciones. Si hay un equipo intachable desde su fundación en 1924 ha sido el Junior. Lejos de épocas que marcaron y siguen generando violencia en nuestro país. “Es que se metieron las elecciones” es lo que leemos cada semestre.
En 1950, el entonces presidente de Junior, Mario Abello Lobo, y lejos de la llegada de Fuad Char, llegó Elba de Padua Lima ‘Tim’, quien había jugado el Mundial 1938 con la selección de Brasil. En Junior, jugó 30 partidos y anotó 3 goles.
Ese mismo año, arribó Heleno de Freitas quien había jugado en Vasco Da Gama, Botafogo, Boca Juniors y la selección de Brasil. El gran Heleno, no solo era figura en la cancha, sino también un ´Dandi’o galán que se creía haber nacido en mejor cuna que todos sus colegas. Contaba Andrés Salcedo en su libro ‘El día en el que el futbol murió’ cómo fue recibido en un Cadillac como toda una celebridad.
Junior rompiendo el mercado desde los 50 y Fuad ni había llegado.
Continúo a 1951 cuando el presidente del equipo, Ernesto McCausland trajo al húngaro Bela Sorosi, subcampeón del mundo en 1938. También llegó su compatriota Laszlo Szoke. El segundo marcó 11 goles en 33 partidos. Ni hablar del retorno a Colombia del primer futbolista que había jugado en el exterior: Efraín ‘Caimán’ Sánchez que venía de San Lorenzo de Almagro.
Del 1953 al 1966 desapareció por problemas económicos.
En la presidencia de Arturo Fernández Renowitzky, en el año 66, llegaron los brasileños Paulo César Lima, campeón mundial con el Brasil de Pelé en el 70, Armando Miranda y Othón Valentín.
También llegó nada más y nada menos que Dida, considerado uno de los mejores jugadores del Junior en toda su historia, campeón del mundo del 58 con Brasil, en Suecia. En Barranquilla jugó 67 partidos y anotó 33 goles.
En 1967 llegó un multicampeón intercontinental, el uruguayo Willliam Martínez, campeón del mundo en el ‘Maracanazo’ del 50, y bicampeón de la Copa Libertadores con Peñarol de Montevideo. En Junior ofició como jugador y técnico.
Quarentinha (Waldir Cardoso Lebrego), histórico del Botafogo y máximo goleador de esa institución, también vistió los colores rojiblancos en 1967.
Lo acompañó el defensa central Nelson Díaz, mundialista en 1966 con la selección uruguaya y campeón continental con Peñarol.
Manoel Dos Santos Garrincha, campeón mundial con Brasil en 1958 y 1962, se puso la camiseta del Junior en un solo partido, contra Santa Fe, el 25 de agosto de 1968.
En el 72, con la llegada de Fuad Char, luego de una invitación de varios empresarios barranquilleros, llegó Víctor Ephanor quien por mucho tiempo fue goleador histórico del club hasta que llegara Iván Valenciano. Jugó 148 partidos, anotando 86 goles.
En el 75, tres años después de la llegada de Fuad Char al equipo, y lejos de sus aspiraciones políticas, llegó Juan Carlos Delménico, arquero insignia del Junior y doble campeón con el equipo. Un año después arribó Juan Ramón ‘La Bruja’ Verón, jugador y entrenador que conquistó la primera estrella y quien había sido campeón intercontinental con Estudiantes de la Plata. Un grupo que dejó un legado y huella, como lo confirman en el monumento al equipo Ventana de Campeones. Junior el único también en tener un monumento.
El argentino Juan Miguel Tutino en el 80 campeón con el equipo y recordado siempre en Barranquilla. Sus huellas también están en la Ventana de Campeones.
En el 83 llegó el argentino Carlos Babington, quien había jugado con su selección en el mundial de Alemania 1974 con la camiseta 10.
Con Babington arribaron los también argentinos Daniel Carnevalli y Edgardo ‘Patón’ Bauza. El primero participó en el Mundial del 74 y el segundo hizo parte del combinado albiceleste en 1990.
En ese 83 también tuvo un paso fugaz Santiago ‘Cucurucho’ Santamaría, quien jugó con la selección Argentina en el Mundial de España 82.
En 1984, Fuad Char le compró al Unión Magdalena, en 25 millones de pesos, el pase del crack samario Didí Alex Valderrama. Este fue el año en el cual Fuad Char empezó a incursionar en la política, primero como gobernador del Atlántico, cargo en el que fue designado por el entonces presidente Belisario Betancur y desde donde impulsó la terminación del estadio Metropolitano.
Tres años después, el presidente Virgilio Barco lo nombró ministro de desarrollo y en 1990 aspiró al Senado, por medio de elección popular. Su primera etapa como congresista fue de 1990 a 2006 y la segunda de 2010 a 2014, cuando le cedió la curul a su hijo Arturo.
Desde la incursión de Fuad Char en la política, al Junior siguieron llegando jugadores de renombre como el peruano Julio César Uribe (1986), Javier Ferreira (1991), Adriano Samaniego (1991), Carlos Valderrama (1993), Giovanni Hernández (2008), Sebastián Viera (2011), Yimmi Chará (2017), Matías Fernández (2019) y Miguel Borja (2020), sin contar los regresos de Iván Valenciano (1993), Teófilo Gutiérrez (2017) y Carlos Bacca (2022).
Esperemos que con la llegada de Juan Fernando Quintero, mundialista y estrella del fútbol sudamericano, Junior pueda seguir sumando figuras de talla mundial con o sin Fuad Char. Porque en la votacion del equipo más hablado temporada tras temporada, siempre gana.💡
@JuanSalvadorB
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